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¡Finalmente llegó el día! Estamos en Asturias repletos de energía para disfrutar de esta inmersión.

El trayecto hasta Ribadesella ha sido muy llevadero y nos ha encantado el alojamiento que va a ser como nuestra casa durante estos días.

Los monitores nos han recibido con un snack de frutas variadas porque sabían que llegaríamos con hambre.

Después hemos hecho unos juegos de conocimiento para romper el hielo y antes de comer ya estábamos instalados en nuestras habitaciones.

Hemos tenido algo de tiempo para hablar de las normas de convivencia y seguido hemos saciado nuestro apetito con un menú a la altura de las circunstancias, pues necesitábamos energía para la clase de surf de la tarde.

Ha sido todo un regalo tener unas condiciones de olas tan divertidas y poderlas compartir con los compis de clase. El agua estaba un poco fría, pero nos hemos duchado con agua calentita al volver a las instalaciones y enseguida estábamos preparados para la segunda parte de la tarde.

Después de merendar ¡Hemos conseguido resolver un nudo humano de hasta 12 personas a la vez!  Nos ha costado lo suyo, pero ha sido un alivio conseguirlo tras esforzarse tanto.

Antes de cenar crema de calabaza y pollo con patatas caseras hemos tenido un ratito para llamar a casa para que supiesen que estábamos bien. El juego de noche ha sido como una misión imposible que hemos logrado completar en tiempo récord. Todo gracias a la colaboración de todos los compañeros, ya que solo se podía lograr trabajando en equipo.

Cuando nos íbamos a ir a descansar nos han contado el planning del día siguiente, así podemos preparar con antelación las cosas que necesitamos ya que mañana parece un día bastante  lleno de aventuras, ¡Asique me voy a recargar las pilas!

¡Hasta mañana!