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Día 2 en nuestra English Immersion en Watsay – Olas, macarrones, huevos voladores y… ¡ángeles infiltrados!

¡Vaya día el de hoy! Empezamos el segundo día de campamento de inglés con las pilas cargadas y muchas ganas de vivir nuevas aventuras.

Después del desayuno, nos calzamos los neoprenos y nos lanzamos de nuevo al mar. Sesión de surf para seguir mejorando, coger confianza con las olas y, sobre todo, pasarlo genial. Algunos ya se atreven a subirse solos, otros siguen perfeccionando la técnica, pero todos acaban con la sonrisa puesta. ¡Y con razón!

Tras la ducha y una buena comida, tocaba un rato de tiempo libre… que comenzó con una llamada rápida a casa (¡tranquilos, que están todos bien y felices!) y enseguida dejaron los móviles para volver a lo que más les gusta: jugar en la playa con los monitores.

La tarde nos trajo uno de los grandes juegos del campamento: One to Win, una competición por equipos donde, cada vez que superaban un reto, ganaban… ¡macarrones! Pero no para cocinar, sino como moneda de cambio para comprar materiales para la siguiente misión: Save the Egg.

El objetivo: crear una estructura protectora para lanzar un huevo desde altura sin que se rompa. ¿El premio? Si sobrevivía, podían estallárselo al monitor que eligieran. Aunque estaban en la playa (donde caer en la arena suaviza mucho el impacto), eso no impidió que todos encontraran una buena excusa para elegir a su víctima favorita y ¡PLAF! huevo en la cabeza.

Después de las risas, las fotos y alguna que otra yema decorando pelo ajeno… tocaba cenar y recuperar energías.

Pero la noche no se quedó atrás: primero, una buena ronda de bailes típicos de campamento, donde no faltaron los clásicos y algún que otro paso improvisado. Y luego llegó uno de los momentos más esperados: el Summernatura Mailboxs. Un buzón misterioso lleno de retos anónimos, confesiones, bromas y cotilleos (todo en inglés, por supuesto). Leerlos en voz alta y cumplir algunos retos fue simplemente… ¡épico!

Y para cerrar el día, jugamos a Ángeles y Demonios, un juego en el que los niños debían encontrar a los monitores escondidos por el campamento y superar sus retos. Al cumplirlos, recibían una firma. Pero cuidado… los ángeles sumaban puntos y los demonios restaban. ¡La sorpresa al final fue total!

Ahora sí, con las piernas cansadas y el corazón lleno, se van a dormir. Mañana… ¡más y mejor en nuestra English Immersion en Watsay!