¡Adiós aventurero con una Gymkana por Salamanca!
Hoy nos hemos despertado sabiendo que era el último día, y en el ambiente ya se respiraba esa mezcla de alegría y nostalgia.
La mañana ha comenzado con las maletas: recogiendo cabañas, organizando recuerdos y compartiendo las últimas risas mientras dejábamos todo listo. Después, un buen desayuno para cargar energías, y con nuestros picnics preparados, nos hemos subido al autobús rumbo a la siguiente parada: Salamanca.
Una vez llegados a la ciudad, hemos vivido una mañana diferente y especial. A través de una gymkana por el centro histórico, hemos explorado sus calles, monumentos y secretos, descubriendo la ciudad de una forma divertida y activa. Resolver pistas, encontrar rincones emblemáticos y compartir retos en equipo ha sido una forma perfecta de seguir aprendiendo y disfrutando.
Después de completar la actividad, hemos buscado un rincón tranquilo para comer nuestro picnic, y luego hemos tenido un tiempo libre para pasear, comprar recuerdos y guardar un pedacito de Salamanca en nuestras mochilas (¡y en nuestro corazón!).
Y como todo lo bueno, también tocaba despedirse. Entre abrazos, fotos y sonrisas, nos hemos despedido de nuestros monitores y compañeros, con mil historias y momentos inolvidables en la memoria.
De vuelta en el autobús hacia Madrid, el cansancio se mezclaba con la felicidad. Porque este campamento no ha sido solo unos días de juegos y aventuras: ha sido una experiencia llena de amistad, descubrimiento y momentos que nos acompañarán siempre.
¡Esta inolvidable Gymkana por Salamanca ha sido el broche final!



















